Les comparto el diario de un gato y la comida en su día a día.
Día 7: Ya hace una semana que fui trasladado de la prisión para gatos en que me encontraba. Mis actuales captores siguen torturándome comiendo abundantes y suculentas comidas en mi presencia mientras me obligan a comer una supuesta comida para gatos que creo que consiste en cereales con olor artificial a carne de peces, porque de carne no le siento nada. Ocasionalmente descargo mi ira y frustraciones arruinándoles un poco sus muebles con mis garras mientras simulo que lo hago sin intención al estirarme después de un "placentero" sueño, eso también me mantiene cuerdo, a pesar de que a veces me toman y me dan de nalgadas. Espero algún día poder escapar, no pierdo las esperanzas, eso es algo que me ayuda a mantenerme activo mentalmente.
Hay veces en que me temo que me estoy volviendo loco. Hace un par de horas estuve comiendo hierba en el patio de mis captores, no sé si fue por delirio por el hambre o por una desconexión con la realidad. Espero pronto poder encontrar algún suculento ratón, aunque creo que mis captores no los dejan entrar con el fin dejarme padecer hambre y así torturarme psicológicamente apoyados de una foto de un ratón que cuelga en uno de sus cuartos y de un juguete en forma de ratón que tiene uno de los niños.